domingo, 26 de agosto de 2007

ESCUCHEMOS DE CAMINO...


Escuchamos en el mundo muchas cosas que alejan por largos espacios de tiempo nuestro pensamiento de las cosas Espirituales.


De camino es una ventanita para que mientras escuchamos con nuestro oídos corporales, los de nuestro espíritu también escuchen http://www.ciberiglesia.net/recursos/mp3.htm lo que es necesario para que pensemos en Dios, y pensando en él hagamos algo por nuestros hermanos en la tierra.


RÍE MIENTRAS CAMINAS

Ríe mientras caminas es una invitación a no estar tristes mientras vamos de camino.
Es una invitación a permanecer alegres pues sabemos que ese amigo nuestro, Jesús camina oculto entre nosotros.


AL PARTIR EL PAN...


Al partir el pan es una de las frases que encontramos en el texto de Lucas en su evangelio, en el momento en el que los disípulos reconocen a Jesús, cuando cena con ellos y parte para ellos su pan.
Estamos llamados nosotros a seguir mostrando a un Jesús vivo en medio del mundo, partiendo nosotros también nuestro pan con el hermano que sufre y pasa necesidad.
Que este sea un espacio en el que podamos compartir esos pequeños gestos de amor desde los cuales también nosotros como discípulos de Jesús, e imitandolo a él nuestro Maestro realizamos y con los cuales podemos menguar un poco el hambre del mundo.
Comparte con nosotros, escribiéndonos lo que has realizado en favor de alguien que pasa necesidad en este mundo. Ánimate y escribenos que has hecho para partir tu pan.

CON EL CORAZÓN ARDIENDO!


Que ciegos somos!

sí, en verdad que ciegos somos.

Aveces no tanto de la vista corporal, mas si de los ojos de la fe, de los ojos de nuestra alma que en definitiva es la que de verdad debería ver lo que somos y lo que son los demás.
Es increible que no podamos ver en el hermano que sufre el rostro de Jesús.
Ah si, es que Jesús gusta de esconderse en el rostro no tan atrayente de los que sufren en el mundo, que no son simplemete esos que no tienen pan, ni techo, y que aveces llamamos mendigos o tristemente "desechables".
Este Jesús que camina rumbo a Emaús lo hace hoy igual que lo hizo con aquellos discípulos suyos que caminaban tristes y cabisbajos, por quien se había convertido en el amor de sus vidas, había desaparecido y aparentemente su intento por cambiar las cosas había fracasado.
Ese mismo Jesús es el que hoy un tanto en los que sufren por techo y comida, y otro tanto en los que sufren por perder su dignidad de seres humanos, se esconde y busca que lo reconozcamos y salgamos a anunciar.
Ese Jesús que camina a nuestro lado y que aveces no queremos reconocer, es el mismo ayer, hoy y siempre.
Es quien hace que nuestro corazón arda.