miércoles, 18 de noviembre de 2009

¿Será que los "pelaos" saben algo?


Creo que todos contamos con la fortuna de haber entablado dialogo con algunos o algunas de los jovencito(a)s de hoy, a los mismos que llamamos con ese familiar término de "los pelaos".

He dicho fortuna por que en ellos hay grandes riquezas que es preciso aprender a descubrir, hay que encontrarlas más allá de las simples cosas negativas que la sociedad les echa en cara cada que puede, y cuando digo sociedad me incluyo por que hago parte de esta, tanto como ellos mismos.

Al entablar dialogo con algun joven, se percibe de inmediato una barrera quiza marcada por el tiempo y las famosas llamadas generaciones, y no quiero generalizar pero es algo que ocurre casi con todos los jovenes de hoy, especialmente con los que son adolescentes, resulta un tanto difícil llegar a una conversación sostenida y de profundidad y provecho.

Me refiero a este asunto ya que  es común que cuando intentamos hablar con algun "pelao" lo más que recibimos a los interrogantes que hacemos, casi siempre son respuestas monosilábicas, como: sí, si está de acuerdo, o asiente lo que se le interroga, o no, si es contrario a lo que se le interroga. Esto que evidenciamos no solo ocurre en la conversación real persona a persona, también pasa en el díalogo virtual, donde además de lo corto de los textos que escriben, estos mismos  en muy honrosas excepciones son con malisima ortografía.

Al interrogarle a un joven hoy  ¿que tal tu día, como va todo? la respuesta inmediata es: no se. si se le interroga además, ¿cómo te sientes hoy? la respuesta inmediata es: bien, o sin dudarlo algunos responden que están mal,  depre.. o bajos de ánimo. y si además se le interroga ¿que hace? la respuesta segura es: nada.

parecería que las palabras más cortas son las que mejor funcionan con los jovenes, y que dentro de las más cortas estan: bien, normal, si, no, no se, depre... etc. Evidencia esto que son seres individuales y que quieren expresar poco lo que les ocurre y luego suelen quejarse de que nadie les entiende.

No quiero atacar a los "pelaos", no es mi intención, solo quisiera encontrar el dispositivo por el que se pueda obtener acceso a esa inmensa mina de elementos de bien que hay en ellos.
Que bueno fuera que cuando se quiera hablar con un joven se pueda tener un poco más de información de su parte, que fueran más abiertos, más expresivos... O ¿será que su expresión ya no es tan verbal?...
¿será que se están expresando en formas que ya para muchos de nosotros no son faciles de interpretar?. Pienso que el asunto va más por este lado: los "pelaos" ahora se están expresando y manifestando más en lo que ellos mismos muestran de sí mismos, y no tanto en lo que ellos mismos dicen de sí mismos, así entonces, el problema se pasa a otro plano: ¿saben los "pelaos" en que lenguaje se están expresando?...

Bueno lo que quiero decir son solo tres cosas: 1. quizas no estamos hablando el mismo lenguaje de los "pelaos" y por eso los consideramos poco expresivos. 2. Quizas ellos mismos no saben que ya no son expresivo-verbales sino expresivo-corporales. y 3. Quizas sea un poco difícil entablar conversación con los "pelaos" pues son tantos los lenguajes que utilizan  y tan diversos como ellos mismos.

No es el momento de quejarnos y no hacer nada, será este el momento de aprender a hablar los nuevos lenguajes de los "pelaos". ¡hay mucho por hacer!.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Jesucristo Sacerdote.

En el tiempo sin tiempo, ya existías tú, glorioso hijo de Dios, Jesús amado del Padre y en quien él encuentra sus complacencias, y que para salvarnos y en el amor del eterno por el hombre has sido enviado sobre esta tierra, en el tiempo del hombre, a cambiar la historia del mismo, te adimiro por tu santo sacerdocio que es eterno y que es el orígen y culmen del sacerdocio terreno.

Que hermoso templo y catedral aquella pobre pesebrera en la que honrosamente el mismo Dios ha sido dado.
Que hermoso sacrificio se empieza a ofrendar nacer Dios hecho hombre.
Que hermoso sacerdote: un pequeño niño.
Que hermoso ornamento: su suave piel desnuda.
Que hermoso altar: una humilde cuna de paja.
Que hermosa ofrenda: su misma humanidad divinizada y su divinidad humanizada.
Que hermoso misterio...

Permite que nos gocemos de poder seguirte... haz que caminemos tras la humilde humanidad que nos enseñaste con tu vida y que seamos dignos de servirte en cualquier campo en el que estemos, divino y santo sacerdote. Amén.

lunes, 9 de noviembre de 2009

¿De la Sociedad a la Suciedad?

La real academia de la lengua en su diccionario define la sociedad como una "agrupación natural o pactada de personas, que constituyen unidad distinta de cada uno de sus individuos, con el fin de cumplir, mediante mutua cooperación, todos o alguno de los fines de la vida".

Esta definición de sociedad es en parte cierta y en parte incierta, no por que de hecho no sea la definición correcta o la más acertada, sino por que en lo cotidiano de la vida, los enunciados que sostiene que y suponen lo que es la sociedad no son tales y, se está dando paso a lo que yo llamaría la suciedad, entendida ésta como lo contrario a los fines de la sociedad, que son la mutua cooperacion para cumplir todos o alguno de los fines de la vida.


Me explicaré: mi intención es hacer que pensemos en lo que estamos haciendo de la sociedad en la que vivimos, de hecho hacemos parte de muchas sociedades a la vez, así la educativa, la laboral, la familiar, entre otras, en definitiva de una sola en la que cabemos todos y se llama la sociedad humana, en la que todos deberíamos ser iguales, es el ideal, pero en lo real constatamos que no es de esta manera.


La sociedad debería estar marcada por lo que la real academia define como una unidad distinta de cada uno de sus individuos, y lo que constatamos realmente es que la sociedad tiene unas leyes que cumplir pero todos queremos hacer la ley a nuestro propio antojo o pasamos por encima de ella solo por ser nosotros y nadie nos tiene que venir a decir que es o no es bueno. Queremos hacer una sociedad a nuestro antojo y es lo que buscamos todos en el fondo, ¿acaso no estará ahí el fondo de muchos de nuestros problemas sociales?. Casi todos buscamos las excusas para hacer lo que se nos viene en gana no importando lo que pueda afectar a los demás la acción que realizo.


La sociedad como lo define la real academia de la lengua española dice que el fin es cumplir mediante mutua cooperación todos o algunos de los fines de la vida, y es en este aspecto donde menos parecemos ser sociedad, entre más día somos menos colaboradores y menos solidarios, no se cumple eso de la mutua colaboración en las sociedades de hoy, la de america latina y en las más antiguas tampoco, y la ley imperante es que cada uno haga lo que pueda por sobrevivir así tenga muchas veces que pasar por encima del hermano, que siempre es por encima del más débil, del más vulnerable.


La definición habla de todos o alguno de los fines de la vida, y no será que cabe preguntarnos ¿será que tan siquiera hay unos fines? para grandes multitudes de personas no existen tales, y solo viven por que les toca y mientras les llega la muerte, o simplemente otros por que no quieren asumir responsabilidad alguna con la vida, en tanto no tienen ideales o no tienen sueños, eso sin mencionar los que persiguen fines totalmente perversos y retorcidos.


En fin la intención es que pensemos, ¿se está convirtiendo esta sociedad, si es que hay una, en una suciedad? la respuesta depende netamente de nosotros, somos muy amigos de quejarnos por que el tiempo pasado fue mejor y se compartía más, se servía más, se vivía mejor.


Simplemente es hora de recordar en dónde fue que fuimos perdiendo el horizonte por el que se caminaba correctamente, no todo está perdido, no podemos dejar que llegue el día en que en las esferas sociales impere de tal manera el mal del mundo que tengamos que decir que pertenecemos a la suciedad humana, y no a la sociedad humana.


Que nos arda el corazón de amor por el hermano para que podamos hacer de la sociedad una verdadera sociedad, ¡es hora de empezar!

viernes, 6 de noviembre de 2009

¿Y de la dignidad de las personas qué?

El Catecismo de la Iglesia Católica en el numeral 2284 trae una definición sobre lo que es el escándalo "es la actitud o el comportamiento que induce a otro a hacer el mal".

Partimos de las palabras que propone la Iglesia para hacernos la reflexión profunda si es o no posible reconocer que vivimos en un mundo en el que el escándalo es el pan nuestro de cada día, o ¿acaso no estamos ante constantes actitudes o comportamientos que bombardean invitandonos a hacer el mal?, y lo decimos provieneniendo de terceros, y no sería bueno también preguntarnos ¿y cuando soy yo el que con mi actitud o mi comportamiento induzco a hacer el mal qué?


En la sociedad de hoy la actitud de muchas personas o su comportamiento constantemente están haciendo la invitación al mal, y con ello se hacen tentadores de sus hermanos, hemos de mencionar que en lo común y corriente de la vida la palabra escándalo no es muy utilizada y quizas su sentido se esté perdiendo dando paso a significaciones de otra índole. Posiblemente se esté entendiendo la misma palabra como alegato o discusión que causa o llama la atención de otros, esto es lo que ordinariamente se conoce entonces como el escándalo, y no lo que nos recuerda la Iglesia en el Catecismo.


Pensemos por ejemplo en la televisión, no solo la nacional Colombiana, pues esto es un fenómeno mundial, pero mencionemos principalmente la televisión Colombiana que se ha empeñado en hacer programas mostrando con orgullo embustero series y telenovelas de mafia, narcotrafico, drogadicción, protitución, sicariato, entre otra multitud de acontecimientos que lo que muestran es una sociedad enferma y en la que brilla la ausencia de valores, o si están estos se negocian a muy bajos precios. ¿No esto acaso un escándalo también? se está induciendo a hacer el mal, se está vendiendo la idea embustera de una vida fácil, el sofisma traidor de que empuñar una arma es tener poder, entre otra multitud de errores con los que van creciendo nuestros jóvenes y especialmente los niños fruto de lo que ven en la televisión que es un medio masivo de información.


Inducir a otros al mal atenta contra la dignidad de persona humana que ostenta tanto el que induce y el que es inducido. Así por una acción o tal vez omision se está perdiendo la dignidad que tenemos como seres humanos hechos a imagen y semejanza de Dios, es decir, con el escándalo vamos perdiendo y hacemos que se vaya perdiendo la imágen de Dios que hay en nosotros y en nuestro prójimo.


Habrá que pensar en lo que el Evangelio de Mateo capítulo 18 versículo 6 recuerda en palabras de Jesús: "Al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, mas le vale que le cuelguen una piedra de molino al cuello y lo hundan en lo profundo del mar".


Así pues, antes de hacer que otros hagan el mal movidos por lo que decimos o hacemos, habrá que pensar en dónde queda nuestra dignidad de personas, y esto en el campo de las relaciones intrapersonales y también en la relación con el estado, y la sociedad. Los que instituyen las leyes deben pensarlo, no haciendo leyes que degraden al ser humano, lo mismo los empresarios con todos los malos manejos que muchas veces hacen, y los educadores con sus malos ejemplos, y algunas veces exasperando a sus estudiantes, y quienes manejan los medios de opinión tienen un gran trabajo por hacer pues no pueden desviar la opinión de modo que se pierda la dignidad y se desvíen los valores que es lo que muchos medios hacen hoy día.


¿Y de la dignidad de las personas qué? ¡hay mucho por hacer, y muy grande el campo de acción, será empezar!