domingo, 19 de julio de 2009

Amarillismo!


¿Qué fue lo que pasó?, ¿Quién?..., ¿y cómo quedo?, ¿Y qué hicieron?.... etc.


Muchas preguntas solemos hacer con el fin de tener un detalle más sobre lo último que ha ocurrido y que quizas los demás no sepan o también sin saberlo o haberlo visto lo agregamos sin más dándole más información a otros de la que quizas tenemos nosotros mismos.


En todos nosotros sobrevive una cierta dosis de amarillismo y morbo por los detalles sobre eso que llega a nuestros oídos por boca de otras personas o que contamos a otros como si fuera lo último... Muchos medios de comunicación, escritos, auditivos o visuales se encargan de mantener en nosotros bien alimentado ese amarillismo, bástenos encender un televisor y ver las noticias... Recuerdo con mucho dolor una ocasión que no contentos con mostrar la triste noticia de un soldado Colombiano que fue víctima de mina quiebra patas, fue entrevistado en su cama de recuperación y más grave aún mostraron su pierna después de la cirugía. ¿No hubiera sido justo solo con mostrar su rostro?, ¿No hubiera sido una información completa con decir lo que le había ocurrido?.


En nosotros seres humanos habitan los más hermosos sentimientos como también los más mezquinos y perversos, nos encanta ver como fué el accidente, nos encanta escuchar en ocasiones conversaciones macabras y perversas sobre metodos de tortura y otras cuantas cosas... y eso sin decir lo de sádico que hay en muchos de nosotros... recordemos el interés perverso por saber como eran tratados los secuestrados que liberó la operación Jaque, ¿acaso no era suficiente con saber que estaban secuestrados?, ¿no es esa una suficiente tortura?.


Cabe preguntarnos ¿hasta donde nos puede llevar la intriga y el deseo de adquirir algo de información?, ¿Será sana mi inquietud por saber, o simplemente es mi deso morboso lo que deseo saciar?... Es curioso cómo en nuestras calles en algunas ocasiones ocurre un accidente y son más los que se acumulan solamente a observar y no hacen nada, que los que se acercan con el firme propósito de ayudar.


Nosotros mismos debemos controlar nuestra curiosidad si no es sana, si no es para ayudar, y no es por conocer, y si de verdad no sirve sino para poder contar -aumentando- lo que hemos visto.


Autocontrol sería una palabra que nos convendría mucho, autocontrol de los ojos, de la lengua, de la mente... autocontrol con lo que se quiere averiguar, y más con lo que se quiere contar, autocontrol...


2 comentarios:

Puedes comentar algo... Tu opinion.