Es notable en nuestros días que todo se ha tecnificado más y más cada vez, tan es así que cuando uno compra, por decir algo, un celular de última tecnología, no demora en conocer a alguien o en escuchar en las ofertas de mercado uno nuevo con más tecnología y con mayores ventajas de las que posiblemente tiene el que uno había conseguido supuestamente por ser el último en tecnología.
Constatamos con tristeza que entre más avance hay es menor el avance de nuestra persona, de nuestro espíritu, pongamos un ejemplo, hoy es fácil comunicarnos por el medio que sea con alguien por muy lejos que esté, y tan fácil es que muchos en sus casas, en sus hogares se dedican a chatear preferiblemente que a entablar una conversación con las personas que vive. U otros por ejemplo se aislan del mundo que los rodea con los audífonos a todo volumen por donde quiera que vayan.
En muchas de nuestras casas hay televisión con cable independiente para cada uno en su habitación, lo que en mayor medida no permite que se dialogue. Muchos prefieren tomar los alimentos en su propio cuarto, poniendo en desuso lo que en otra epoca se llamó el comedor de nuestras casas. Eso sin decir que cada vez se trabaja mas y se comparte menos...
Mientras más avances hay en el mundo el hombre y la mujer se están haciendo más independientes, y esto afecta también el campo espiritual de nuestra vida... Queremos una religión a nuestra medida y sin un compromiso de vida, queremos un Dios a nuestra manera, buscamos un Dios surtidor de necesidades, uno que sea como "Aladino, el de la lampara" que se haga presente solo cuando lo deseemos y que cumpla nuestros "tres" deseos... que personalmente creo son: La salud, para estar bien y creernos inmortales, el dinero, como posibilidad adquisitiva y para poder tener lo último en lo que sea y no quedarnos atrás, y no podría olvidar, el amor, ese que todos anhelamos y soñamos...
¿No será que estamos avanzando mucho en lo técnico y retrocediendo en lo espiritual? ¿Será que seremos capaces de continuar la creación sacando de ella a quien la creo?
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